La impermeabilización y aislamiento de cubiertas planas es un punto muy importante dentro de la rehabilitación de edificios, dado que de ello va a depender la habitabilidad y el rendimiento térmico en las últimas plantas del edificio.
Las cubiertas planas de lámina asfáltica son la solución tradicional para la impermeabilización de cubiertas con soporte convencional y el sistema puede ser adherido, bicapa o de cubierta invertida. El mejor sistema es el bicapa que asegura la estanqueidad al llevar doble solape, ya que combina una lámina con armadura de fibra de vidrio y otra con armadura de fieltro de poliéster lo que aporta las mejores prestaciones. Siempre antes de la colocación de estas láminas se extenderá una imprimación asfáltica para asegurar la soldadura de las mismas al soporte. Existen multitud de tipos de lámina asfáltica para cubiertas según las necesidades, características, acabados y colores demandados por el cliente.
Dependiendo del acabado se puede incluir sobre estas láminas un geotextil que evita las agresiones mecánicas a la membrana alargando la vida útil del sistema de estanqueidad. Se utilizan bandas de refuerzo en los encuentros perimetrales donde siempre se coloca un perfil metálico sellado por su parte superior y refuerzos para el sistema de desagües que asegure y garantice la estanqueidad. Los acabados más utilizados son en grava para una cubierta no transitable, solado si se quiere acceder a la misma o con losa filtrón, la cual es un prefabricado que combina cemento con poliestileno extruido para permitir el acceso añadiendo aislamiento a la cubierta de una manera rápida por su facilidad de montaje.